Título original: ‘Planet of the apes’. Año: 2001. Duración: 120 min. País: Estados Unidos. Director: Tim Burton. Guión: William Broyles Jr., Lawrence Konner, Mark D. Rosenthal. Fotografía: Philippe Rousselot. Música: Danny Elfman. Reparto: Mark Wahlberg, Helena Bonham Carter, Tim Roth, Estella Warren, Paul Giamatti, Michael Clarke Duncan, Kris Kristofferson. Productora: 20th Century Fox. Género: Ciencia ficción. Estreno (Estados Unidos): 27/07/2001. Estreno (España): 31/08/2001.
Estamos acostumbrados a los remakes. Hollywood lleva muchos años produciendo nuevas versiones de películas clásicas, de culto o provenientes de países extranjeros. ‘El planeta de los simios’, el clásico de ciencia ficción dirigido por Franklin J. Schaffner en 1968 y protagonizado por Charlton Heston que adaptaba la novela de Pierre Boulle, no pudo evitar una nueva actualización a principios del 2000 con Tim Burton como director.
La mayoría de remakes utilizan la misma historia de la película original y alteran levemente la descripción de los personajes. En el caso de la versión de Burton, pese a entenderse como una modernización, cambia muchos aspectos de la original, que se caracterizaba por la dura crítica que hacía de nuestra civilización. “¿A caso los hombres, esa maravilla del universo, esa gloriosa paradoja que me ha mandado a las estrellas, siguen combatiendo contra sus hermanos, dejando morir a los hijos de sus vecinos?” reflexionaba el personaje de Heston al inicio de la película. A su llegada al planeta ve como los humanos son los primitivos, sin la capacidad de hablar, a los que los simios enjaulan como animales y son estudiados científicamente. La nueva adaptación decide obviar varias de esas interesantes y filosóficas consideraciones para crear una película mucho más sencilla para un público poco exigente.
El protagonista, Leo Davidson, carece del pensamiento tan crítico hacia los humanos que tenía el personaje de George Taylor en la original, convirtiéndolo en un entrenador de primates encargados de pilotar naves de reconocimiento que se estrella en un planeta desconocido después de que saliera en busca de uno de sus simios, desaparecido en el espacio. Tras ser capturado por los simios evolucionados junto con una civilización de humanos escondidos en el planeta y ver como se convierte en esclavo, decide escapar con la ayuda de Ari, una simio simpatizante de los humanos, y un grupo de prisioneros. Después de conocer que la nave a la que pertenece se encuentra en el planeta, decide ir a buscarla y poder marchar, pero antes deberá enfrentarse junto a un grupo de rebeldes humanos al general Thade, líder del ejército simio.
Como se puede comprobar tras leer el argumento de la película, las semejanzas con la versión del 1968 son más bien escasas. Los humanos, pese a ser una raza considerada inferior y que deben ser tratados como esclavos o mascotas, no son tan primitivos como en la original, teniendo la total capacidad de hablar y de razonar. El filme está concebido con el propósito de enfrentar a simios contra humanos como se demuestra en la batalla final con las dosis de acción que suelen tener todas las superproducciones llegadas de Estados Unidos.
Aparte de los cambios en la historia y en la forma en cómo se describen a los humanos, también hay variaciones a lo que respecta a los simios que añade la figura de Semos, una figura divina que marcaba el inicio de la era simia dominante. Un personaje importante en la película de Schaffner como era el doctor Zaius desaparece para dar entrada a un villano destacado como es el general Thade, que no solo busca acabar con el protagonista sino exterminar a la raza humana con la ayuda del coronel Attar y su ejército. Otro de los personajes más carismáticos era el de la doctora Zira que es sustituida por Ari, hija del senador y defensora de la igualdad entre simios y humanos.
Tras dirigir películas como ‘Bitelchús’, dos entregas de ‘Batman’, ‘Eduardo Manostijeras’ y ‘Ed Wood’, Tim Burton tenía el difícil desafío de dirigir una nueva adaptación de una las mejores películas de ciencia ficción. Su versión de ‘El planeta de los simios’ es para la gran mayoría el peor filme del director. La estética tan marcada y personal que caracteriza gran parte de la filmografía de Burton apenas es reconocible en una película hecha al servicio de la productora (20th Century Fox), que quiso explotar los derechos que tenía de la saga.
La escasa autoría por parte de Burton y su dirección impersonal no es el mayor de sus males, sino un guión extremadamente pobre con una historia que apenas consigue mantener el interés, un aspecto que sí conseguía con creces el filme de Schaffner gracias al fantástico libreto escrito de Michael Wilson y Rod Serling que supieron adaptar muy bien la magnífica historia de Pierre Boulle. Del reparto, Mark Wahlberg no tiene el carisma de Charlton Heston ni su personaje la profundidad y matices que tenía Taylor. El único que resulta convincente es Tim Roth como un malvado y despiadado general Thade.
Lo mejor de la película es el gran trabajo en la labor de maquillaje con una gran variedad de simios que mejoran la homogeneidad de rostros de la película original y ayuda a que los actores disfrazados aporten una mayor expresividad a sus actuaciones. Todo remake corre el (inevitable) riesgo de ser comparado con el original, en el caso de ‘El planeta de los simios’ no solo está muy por debajo del clásico de 1968, sino que como filme de ciencia ficción apenas entretiene.
Sergio Montesinos (@Sergiomc90)
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